¿Qué sería de las ensaladas sin ese gran compañero de ruta? El tomate es uno de los ingredientes principales que acompaña zanahorias, remolachas y lechugas de todos los estilos y colores. Es un aliado indiscutido de la cocina, muy utilizado por los grandes chefs del mundo y por las amas de casa amateur. Pero en los tiempos actuales, encontrar un tomate rojo y con sabor intenso puede resultar una tarea titánica, pues el cultivo industrializado ha provocado un deterioro creciente del producto.
Hoy es común encontrar tomates insípidos y de color pálido en los supermercados o bien de un rojo ficticio que esconde un sabor a nada, tomates que no vale la pena probar siquiera. Por eso muchas familias regresan a los orígenes y a la tierra, y buscan cultivar tomates en casa.
Si sigues la estela de los cultivos orgánicos y quieres aprender a plantar tomates en macetas o en invernadero, no tienes más que poner empeño y conocer el proceso, un camino muy interesante para quienes buscan una vida más sana… ¡y sabrosa!
Biografía del tomate
El nombre científico del tomate es Lycopersicum y pertenece a la familia Solanáceas. La planta crece silvestre en regiones tropicales o subtropicales y es por eso que necesita de un clima templado y de la presencia del sol.
Entre las variedades de tomate más populares está el tomate redondo, el perita o alargado y el cherry, de sabor más dulce y concentrado.
Requerimientos para el cultivo de tomate
Para conseguir tomates ecológicos, lo mejor es conocer las necesidades de la planta, para que se sienta a gusto y se desarrolle en óptimas condiciones.
Estas son:
- Suelo: el mejor suelo para el tomate debe ser profundo y muy fértil, es decir, rico en nutrientes. Puedes agregar un abono orgánico cada veinte días en caso de ser necesario, tanto si cultivas en maceta como en el suelo.
- Luminosidad: la planta de tomates necesita al menos 6 horas de luz natural al día.
- Clima: la temperatura óptima del tomate es de 20º C y no resiste el frío ni soporta las heladas.
- Riego: el riego del tomate debe ser abundante luego de la siembra y luego moderado (una o dos veces por semana).
- Época de siembra: la mejor época de siembra del tomate es cuando finalizan las heladas, es decir, al comienzo de la primavera.
¿Cómo comenzar a cultivar tomates en casa?
Siembra de semillas
Las semillas del tomate deben ser sembradas en un pequeño recipiente a 1 cm. de profundidad. Haz un pequeño hoyo y deposita dos o tres semillas y luego riega en abundancia.
Germinación del tomate
Siete días más tarde comienzan a aparecer los primeros brotes. A medida que se desarrolla la planta, quita las plántulas más débiles para así conducir la energía hacia las partes más fuertes del brote.
Trasplante del tomate
A las tres semanas, trasplanta la tomatera a un recipiente más grande y finalmente al huerto o maceta. De esta forma, la planta tendrá más espacio para desarrollarse adecuadamente. Cuanto más espacioso sea el recipiente, más podrá crecer tu planta de tomate.
Poda del tomate
Debido a que es una planta trepadora, la tomatera necesita ser entutorada para así guiarla y sostenerla. Puedes utilizar un palo de sostén, colocado casi en medio, poco a poco la planta sola buscará de dónde sostenerse. Además, hay que quitar las malas hierbas y cortar las ramas de la punta para que dé buenos frutos.
Plagas y enfermedades del tomate
Revisa la planta de tomate para evitar que aparezcan las típicas plagas y enfermedades del tomate. Las más frecuentes son la araña roja, la mosca blanca, los pulgones, los gusanos de suelo, la ceniza, la alternariosis del tomate, así como diferentes virus y bacterias.
Cuidados básicos de la planta
Mantén la planta erguida para que sus raíces se mantengan calientes y evita el exceso de humedad, ya que puede dar lugar a la proliferación de enfermedades.