Las personas que disfrutan de la jardinería encuentran como uno de los mayores placeres el plantar árboles frutales, no solo por lo ornamental sino por los frutos que proporcionan, y la satisfacción que da el verlos crecer.
A la hora de plantar un árbol frutal en casa, hay que tener en cuenta varios requerimientos para que nuestro árbol crezca sano, fuerte, y dé buenos frutos. Los más importantes son el suelo, el clima, los nutrientes, y el riego.
A continuación veremos cómo plantar un árbol frutal paso a paso:
El suelo
Uno de los aspectos más importantes antes de comenzar es contar con un suelo fértil, con buen drenaje, rico en minerales, sin exceso de caliza y que no sea salino. Si vas a plantar un árbol frutal en maceta, procura que la tierra que utilices cumpla con estos requisitos.
Un suelo con alto contenido de arcilla generará problemas para un correcto drenaje. Por ello, si ese es tu caso, agrégale composta a la tierra, a una profundidad no menor a los 50 cm, y luego mézclala con una pala. El hacerlo así permitirá a la tierra aflojarse y crear mejores condiciones para el desarrollo de las raíces.
También podemos recurrir a algún tipo de fertilizante, pero en lo posible debe ser natural para no dañar el medio y no provocar alteraciones al árbol frutal.
La luz del sol
Otro de los factores más importantes a tener en cuenta para que el árbol frutal crezca, es la luz de sol que reciba: debe recibir unas 6 u 8 horas de sol al día. Por eso es fundamental escoger un buen sitio para plantar el árbol frutal, analizando previamente cuánto sol recibirá.
Elección de los patrones de injerto (si califica)
La elección de los patrones de injerto (o portainjertos) es un paso muchas veces necesario antes de hacer la plantación de nuestro árbol frutal. El patrón de injerto es la base sobre la que se fijará el injerto, y es muchas veces la única manera de cultivar plantas que no logran un buen desarrollo a partir de la semilla o que son propensas a contraer alguna plaga cuando crecen a partir de sus propias raíces.
Hay portainjertos más resistentes a las sequías, otros más resistentes a las heladas y también los hay más vigorosos, por lo que dependiendo de tu árbol frutal y de lo que desees a partir de él, deberás elegir el portainjerto que mejor se adecúe a tus necesidades.
Los polinizadores
La polinización es un proceso necesario en la mayoría de los árboles frutales, de forma de que puedan dar fruto. Siendo así, hay que destacar que en la mayoría de los casos la polinización es hecha por insectos (entomófila), especialmente las abejas, aunque también puede darse por el viento (anemófila).
Además de estos agentes polinizadores, también se deben considerar los árboles polinizadores plantados en la vecindad, que suministrarán el polen necesario para nuestro árbol frutal, en caso de que éste no sea autopolinizador. De ser necesaria la ayuda de árboles polinizadores; como es el caso cuando se plantan manzanos, ciruelos, almendros o perales; se debe elegir el o los adecuados de forma que entreguen el polen en el mismo período en que tu árbol frutal lo necesite.
Drenaje
El drenaje es parte esencial en el desarrollo de los árboles frutales. Si la tierra tiene una alta retención de agua, las raíces del árbol tenderán a podrirse con el tiempo. Para poder testear el drenaje en un pedazo de tierra procura hacer un hoyo en ella, de unos 25-35 cm de profundidad, y luego llénalo de agua. Observando la rapidez con la cual drena el agua te permitirá saber si ese sector es apropiado o no, procurando también notar si existe una alta cantidad de arcilla, la cual contribuye a un drenaje deficiente.
Elegir el árbol
Cuando hemos decidido qué árbol vamos a plantar, debemos comprarlo en lugares especializados y allí nos orientarán la opción más conveniente según nuestras pretensiones. Por ejemplo, si queremos cosechar rápidamente debemos comprar un árbol de más o menos tres años. Si quieres ver todo el proceso, lo mejor es comprar un árbol de un año, pero si quieres plantarlo desde la semilla, primero tendrás que hacerlo en una maceta pequeña e ir trasplantándolo, pero en este caso el proceso será mucho más lento.
Época de plantación
Esto está determinado por la zona climática en la que uno viva, pero se dice que lo mejor siempre es plantarlos después del invierno, para que no corra riesgo de recibir heladas sobre todo en su primer año, ya que en ese período aun no son lo suficientemente grandes como para soportarlas. De cualquier forma, es probable que siempre sobreviva, pero si plantamos un árbol frutal fuera de época, corremos el riesgo de que no nos dé buenos frutos.
Cubre el área con un mantillo orgánico
Una vez plantado el árbol, se debe cubrir con un mantillo o acolchado orgánico. Este acolchado ayuda a conservar la humedad y la temperatura de la tierra, limita el crecimiento de malezas en los alrededores de las raíces y aumenta la fertilidad del suelo, proveyendo un mejor crecimiento al árbol. Los mantillos orgánicos pueden ser hechos de hojas, aserrín, recortes de césped o astillas de corteza, entre otros. Se debe aplicar antes de la temporada de cultivo y no olvides que si tienes un portainjerto, éste debe quedar siempre sobre el nivel del suelo (y por ende, del mantillo).
Preparar la tierra
Se debe labrar la tierra con unos 45 cm de profundidad, pues esto favorece el drenaje y evita la erosión.
Luego del labrado de la tierra y antes de plantarlo hay que mojar bien la tierra y también la raíz de nuestro árbol frutal. Procura que la raíz quede bien enterrada, y al menos 10 cm. del tronco también.
Colocación de la raíz
En caso de que no cultives tu árbol a partir de la semilla, necesitarás hacer un agujero en la tierra para colocar el árbol. Excava entonces un hoyo en la tierra (habiendo previamente estudiado el mejor lugar para hacerlo) que tenga un diámetro un 30-40% mayor al de la raíz que quieres implantar. Luego clava una estaca a medio metro de profundidad, y que esté separada unos 8-10 cm del tronco del árbol, para que sirva de guía de crecimiento de tu planta.
Intenta que el lugar donde empiecen a crecer las raíces quede a partir del nivel del suelo. En el caso de haber injerto, si existen raíces a su misma altura, córtalas de forma que el injerto no quede bajo tierra, sino que al menos unos 10 cm por sobre ella. Luego tapa parcialmente el orificio con tierra mezclada con nutrientes y apriétala de forma suave, verificando que tu árbol haya quedado vertical. Finalmente añade un poco de agua a la raíz, para después agregarle un poco más de tierra, compactándola un poco más. Repite este paso algunas veces hasta que cubras el orificio por completo, sin abusar de la cantidad de agua.
Una vez plantado el árbol frutal
Durante los primeros dos primeros años de crecimiento de nuestro árbol frutal, debemos cuidar que no crezcan hierbas ni césped alrededor del árbol, para evitar que éstos compitan con él por los nutrientes. Otro aspecto de mucha importancia, sobre todo al principio, es el viento. Si el árbol está expuesto a mucho viento, lo ideal es colocarle un cerco antiviento para evitar que éste lo dañe.
Por otra parte, algunos agricultores pintan el tronco del árbol con una mezcla de latex blanco y agua, para protegerlo de las quemaduras del sol. Recuerda no regarlo en exceso, para evitar que la raíz se pudra.