Cynodon dactylon es el nombre científico de un tipo de césped ideal para tener en el jardín. Se trata de una grama perenne bonita y de fácil mantenimiento, ideal para cubrir grandes superficies y que puede cultivarse como especie única o bien combinada con otros tipos de pasto.
Conocida vulgarmente como grama fina o gramilla, grama común, pasto bermuda o hierba bermuda, ofrece un crecimiento rápido a partir de estolones que se desarrollan a la vista y rizomas que se encuentran bajo tierra. Es una de las gramas más comunes que podemos encontrar en lugares como las canchas de fútbol o en parques infantiles. Además al ser una especie de grama que podemos encontrar a un precio muy barato, supone una excelente alternativa al césped artificial que se coloca sobre el cemento.
El Cynodon dactylon es una variedad muy popular en el mercado y por eso hoy te enseñamos una de las formas sembrar o plantar césped con una grama común, teniendo en cuenta cada detalle, paso a paso. Recuerda que puedes aplicarlo a la siembra en grandes superficies, jardines e incluso macetas.
Necesidades de la grama común
Si quieres sembrar césped con una grama común por primera vez, como el Cynodon dactylon, ten en cuenta que la mejor época para el sembrado de grama común es la primavera, a partir del mes de marzo, o el verano pues entonces las semillas se desarrollan con una mayor rapidez.
Por otra parte, las semillas necesitan una temperatura cálida, de entre 23°C a 26°C, y un pH con acidez de 6 o mayor para crecer de forma natural, con fuerza e intenso verdor.
Preparación del suelo para sembrar césped
El primer paso para preparar el suelo es pasar un rastrillo por la tierra para removerla antes de sembrar la grama común. Cuando la tierra esté suelta, es muy importante echar un fertilizante que servirá para enriquecerla y nutrirla.
Por último, vuelve a remover la tierra hasta dejarla pareja con ayuda del rastrillo. Este detalle es muy importante para que el césped crezca uniforme y evitemos zonas despobladas. Además así nos aseguraremos de que el fertilizante se reparta por toda la superficie de manera simultánea.
La siembra del cesped
A continuación llega el momento de la siembra del césped. Para ello vierte entre 1 kg y 1,3 kg de semillas de grama común cada 93 metros cuadrados de suelo para asegurarte una capa de césped muy densa y tupida. Recuerda esparcir las semillas en cada rincón del suelo, distribuyéndolas a mano con equilibrio.
Si quieres puedes ayudarte con un esparcidor de semillas o bien tomar el rastrillo y arar la tierra con suavidad. Una vez que las semillas estén bien distribuidas, cúbrelas con una capa fina de tierra (0,3 cm aproximadamente).
Riego del césped
El riego del césped o grama, debe de hacerse siempre con moderación para así humedecer el suelo cuidando de no encharcarlo. De esta forma, ayudarás a que las semillas germinen, lo que sucede entre una semana y 10 días más tarde después de la siembra. Durante las siguientes tres semanas, riega con regularidad cuando notes que la tierra comienza a secarse.
La frecuencia de riego generalmente debe de ser la siguiente en función de las diferentes épocas y meses del año:
- Primavera: Regar un día si y un día no. Desde marzo hasta junio
- Verano: Riego diario, ya que las temperaturas son muy elevadas. A veces es incluso necesario regar dos veces al día, a primera hora de la mañana y al anochecer. Desde junio a septiembre
- Otoño: 2 veces por semana excepto si llueve. Meses de octubre a noviembre especialmente
- Invierno: Regar solo cada 20 días si no llueve lo suficiente o si el césped se muestra seco. Desde diciembre a marzo
Primer corte y desarrollo del césped
A las tres semanas de la siembra, notarás que la grama ya ha crecido por lo que es el momento de comenzar con las primeras tareas de mantenimiento, realizando el primer corte. El mismo tiene que ser superficial, cortando aproximadamente un tercio de la hoja.
Si bien ya puedes lucirte con tu nuevo césped, habrá que aguardar algunas semanas para lograr un completo desarrollo, pues esto sucede entre seis y diez semanas luego de la siembra. Pasarán algunos meses para que el césped cubra la totalidad de la superficie y luzca como una verdadera alfombra.
Mantenimiento del césped
Una vez que nuestro césped ha comenzado a crecer, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones de mantenimiento que nos permitirán disfrutar de su intenso verdor durante mucho tiempo. Para ello te dejamos los siguientes tips de mantenimiento del césped:
- La llegada del otoño hace que el césped crezca con menos fuerza e intensidad, por lo que conviene espaciar las siegas para que el césped descanse.
- Es importante airear las raíces del césped para oxigenarlas. Para ello puedes utilizar unas plantillas especiales que tienen la superficie compuesta por pequeñas varas. Se colocan en las zapatillas y permite agujerear el suelo permitiendo la llegada de oxígeno a la tierra. De este modo mejoramos la absorción del fertilizante. Esta tarea también se puede realizar con otras herramientas como rodillos con puntas o una horca de mano.
- La escarificación del césped es otra de las tareas primordiales de mantenimiento de nuestro césped que consiste en pasar un rastrillo escarificador para eliminar la capa de césped seco o muerto que queda en la superficie. Esto hará que el césped se regenere con fuerza en pocos días.
- Finalmente hay que abonar el césped. Esta labor consiste en reemplazar los nutrientes por una mezcla de nitrógeno, fósforo y potasio para nutrir la grama. Es importante hacerlo de forma uniforme para evitar que el césped se queme.
Una grama común como el Cynodon dactylon es ideal para tener en el hogar pues aunque no tolera el clima frío o la sombra, es muy adaptable a todo tipo de suelos, incluso a los más pobres. El único inconveniente son los suelos ácidos, con los que se lleva muy mal. Por otra parte, es un césped de alto tránsito que tolera muy bien todo tipo de aguas incluso las de elevada salinidad y las de baja calidad. Se recupera muy bien de las agresiones externas y ofrece un desarrollo muy rápido.
Con el tiempo el césped se va volviendo cada vez más fuerte y resistente, a medida que va creciendo y es cortado. Por eso, se recomienda que al menos durante el primer año no reciba demasiadas agresiones hasta que adquiera la suficiente consistencia para recuperarse. Una vez que el césped ha adquirido robustez, y siguiendo todos los cuidados pertinentes, podremos disfrutar de su esplendor durante todo el año.