
El jengibre es una planta tropical muy apreciada por sus propiedades medicinales y culinarias. Originario de Asia, el jengibre ha sido utilizado durante siglos en la medicina tradicional y la gastronomía de diversas culturas. Cultivar jengibre en casa es una excelente manera de tener siempre a mano esta raíz tan versátil y saludable. En este artículo, aprenderás cómo cultivar jengibre en pocos pasos.
Propiedades del jengibre
- Antiinflamatorio: El jengibre contiene compuestos llamados gingeroles que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, aliviando dolores articulares y musculares.
- Antioxidante: Gracias a sus poderosos antioxidantes, el jengibre combate los radicales libres y previene el daño celular, protegiendo el organismo del envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas.
- Digestivo: Es conocido por mejorar la digestión y reducir problemas como la indigestión, flatulencias y cólicos. Estimula la producción de enzimas digestivas y favorece la absorción de nutrientes.
- Antiemético: Eficaz para aliviar las náuseas y los vómitos, especialmente en casos de mareos por movimiento, embarazo o tratamientos de quimioterapia.
- Analgésico: Puede aliviar el dolor de cabeza, menstrual y muscular gracias a sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
- Estimulante circulatorio: El jengibre ayuda a mejorar la circulación sanguínea, previniendo la formación de coágulos y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Antimicrobiano: Posee propiedades antimicrobianas que combaten bacterias, virus y hongos, contribuyendo a prevenir y tratar infecciones.
- Regulador del azúcar en sangre: El jengibre ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que es beneficioso para personas con diabetes o en riesgo de desarrollarla.
- Potenciador del sistema inmunológico: Consumir jengibre regularmente fortalece el sistema inmunológico, haciéndonos más resistentes a infecciones y enfermedades.
- Afrodisíaco: El jengibre es conocido por sus propiedades afrodisíacas, ya que mejora la circulación sanguínea y aumenta la libido.
Cómo conseguir el rizoma de jengibre o raíz con brote para plantar
Para cultivar jengibre en casa, necesitarás un rizoma de jengibre fresco, que puedes encontrar en tiendas de alimentos naturales, supermercados o viveros especializados. Es importante elegir un rizoma con brotes, puesto que estos son los que darán origen a las nuevas plantas. Asegúrate de que el rizoma esté firme y sin signos de moho o pudrición.
Cómo plantar jengibre en casa
Materiales
Para plantar jengibre en casa, necesitarás los siguientes materiales:
- Un rizoma de jengibre fresco con brotes.
- Una maceta grande con orificios de drenaje en la base (mínimo 30 cm de diámetro y 25 cm de profundidad).
- Sustrato de buena calidad, preferiblemente una mezcla de tierra para macetas, compost y perlita o vermiculita para mejorar el drenaje.
- Agua.
Pasos para plantar jengibre
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Prepara la maceta llenándola con el sustrato hasta aproximadamente 5 cm por debajo del borde. Asegúrate de que el sustrato esté bien aireado y drenado.
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Si el rizoma de jengibre es muy grande, puedes cortarlo en trozos más pequeños, siempre y cuando cada trozo tenga al menos un brote. Esto te permitirá obtener varias plantas a partir de un solo rizoma.
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Coloca el rizoma de jengibre en la superficie del sustrato con los brotes hacia arriba. Luego, cúbrelo con una capa de sustrato de aproximadamente 2 a 3 cm de grosor. No es necesario enterrarlo profundamente, ya que las raíces crecerán horizontalmente justo debajo de la superficie.
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Riega el sustrato de manera uniforme, asegurándote de que esté húmedo pero no empapado. Es fundamental evitar el encharcamiento, puesto que podría provocar la pudrición del rizoma.
Ubicación y temperatura para cultivar jengibre en casa
El jengibre necesita una ubicación cálida y luminosa para crecer adecuadamente. La temperatura ideal para el cultivo de jengibre en casa oscila entre los 20 y 30 grados Celsius. Aunque puede tolerar temperaturas más bajas, su crecimiento será más lento y las posibilidades de que la planta florezca serán menores. Es importante evitar la exposición directa al sol, ya que podría quemar las hojas de la planta. Por lo tanto, es recomendable ubicar la maceta en un lugar con luz natural indirecta, como cerca de una ventana.
En cuanto a la humedad, el jengibre prefiere un ambiente húmedo. Si vives en una zona con un clima seco, puedes aumentar la humedad alrededor de la planta colocando un platillo con agua cerca de la maceta o utilizando un humidificador.
Cómo regar la planta de jengibre
El riego adecuado es esencial para el crecimiento saludable de la planta de jengibre. A continuación, se presentan algunas pautas para regar correctamente tu planta de jengibre en casa:
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Riega regularmente: Asegúrate de mantener el sustrato húmedo pero no empapado. El jengibre necesita un suelo constantemente húmedo para crecer adecuadamente, pero es importante evitar el encharcamiento, ya que podría provocar la pudrición del rizoma.
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Utiliza agua a temperatura ambiente: El jengibre es sensible a las temperaturas extremas, por lo que es recomendable utilizar agua a temperatura ambiente para regar la planta. El agua demasiado fría o caliente podría causar estrés en la planta y afectar su crecimiento.
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Riega en función del clima: La frecuencia de riego dependerá de las condiciones climáticas y la humedad del sustrato. En general, es recomendable regar la planta de jengibre cada 2 o 3 días durante los meses cálidos y húmedos, y cada 4 o 5 días durante los meses más fríos y secos.
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Verifica la humedad del sustrato: Antes de regar, verifica la humedad del sustrato introduciendo un dedo en la tierra. Si sientes que está húmedo a unos 2-3 cm de profundidad, no es necesario regar. Si está seco, procede con el riego.
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Siguiendo estos consejos, podrás cultivar jengibre en casa con éxito. La planta comenzará a crecer y, en unos meses, podrás cosechar tu propio jengibre fresco. La cosecha se realiza generalmente entre 8 y 10 meses después de la siembra, cuando las hojas comienzan a marchitarse y amarillear. Para cosechar, simplemente desentierra con cuidado el rizoma y corta la cantidad de jengibre que necesites. Luego, vuelve a enterrar el rizoma restante para que continúe creciendo.