
Un fertilizante líquido es un tipo de abono muy funcional que ayuda a que las plantas crezcan y se desarrollen en mejores condiciones, ya que contienen muchos nutrientes.
En el mercado puedes encontrar diferentes tipos de fertilizantes, aunque los líquidos son muy prácticos, pues se utilizan en el momento del riego y son fácilmente absorbidos por las plantas.
Por todo esto es que hoy te enseñaremos a hacer fertilizante líquido orgánico en forma casera, en pocos pasos y con muy pocos elementos. ¡Toma nota!
Llena un tarro o cubeta con agua
Para comenzar a hacer un fertilizante líquido, lo primero es llenar 3/4 partes de un cubo con agua. Déjalo reposar durante 24 horas para así filtrar el cloro y otros sedimentos del agua en caso de que utilices agua corriente. El tamaño de cubo que utilices dependerá de la cantidad de fertilizante que quieras preparar, pero te recomendamos comenzar con un cubo de no menos de 9 litros (3-4 galones).
Estiércol
Junta una buena cantidad de estiércol de vaca si tienes animales cerca y deja que se seque, en caso de que esté húmedo. También puedes comprar el estiércol de vaca en tiendas de jardinería, el cual se vende ya seco y en bolsas. No uses estiércol húmedo, pues los gases que produce el estiércol en este estado son demasiado fuertes y no servirá.
Deposita el estiércol en un paño o funda vieja, que quepa bien dentro del cubo con agua. Cierra el paño o trapo y así tendrás el ingrediente principal para preparar tu propio fertilizante líquido.
Haz la mezcla

Coloca la bolsa con estiércol dentro del agua y déjala reposar durante 4-5 dias para que el estiércol fermente. Evita tapar el cubo para permitir que los gases de la fermentación se evaporen. Ya casi está listo el fertilizante líquido para plantas. Sólo resta esperar para que el agua del cubo se vaya nutriendo de todas las propiedades del estiércol.
Filtrado y diluido de la mezcla
Una vez pasadas las dos semanas, es momento de colar la mezcla de agua y estiércol. Retira lo que envuelve el estiércol y cuela muy bien la mezcla para eliminar las partículas más grandes. Luego agrega 3 tazas de magnesia al líquido y revuelve bien, para finalmente traspasar esta mezcla a una cubeta mayor, de no menos de 15 litros.
Agrega entonces agua a la cubeta mayor que contenga la mezcla, de forma que esta adquiera un color suave. Con este último paso, ya tienes tu fertilizante líquido orgánico para plantas, listo para ser utilizado en tu huerto y tu jardín.
Vierte la mezcla
Ahora es el momento de utilizarlo. Coloca el fertilizante líquido en una regadera y rocía las plantas. Procura regarlas sobre todo en la parte de la tierra, y no tanto por encima de las hojas, sobre todo si se trata de un huerto, en donde seguramente tienes vegetales de consumo.
De esta manera ya tienes tu propio fertilizante orgánico y te asegurarás de que tus plantas crezcan sanas y fuertes.